Como nos habían avisado el día anterior, a las 7:00 toque de diana para levantarse con la tropa de cadetes y demás personal del barco. Mientras unos se iban a la ducha, yo me vestí y me pasé por la sala común a ver que nos había preparado de desayuno nuestra amiga Tatiana, la gobernanta del barco. Nada podía ser más interesante que 2 salchichas cocidas, un poco de mantequilla para untar en pan y un plato de huevos cocidos, todo ello acompañado de té.
Con los primeros rayos de Sol, los integrantes del "Spirit of Bermuda" reciben las últimas indicaciones antes de preparar la salida de la primera etapa.
La gente empezó a llenar la dársena de A Laxe desde las 9:00, a esa hora ya llevábamos nosotros 2 horas despiertos sin nada que hacer y esperando a la hora de zarpar. Mientras tanto se iban acercando familiares, amigos y conocidos hasta que a eso de las 11:30 soltaron amarras y el barco empezó a separarse del muelle.
Rodeados de cientos de yates,veleros lanchas neumáticas, etc y con un par de helicópteros por encima nuestra, nos dirigimos hacia La Guia para poder virar en la baliza y volver a pasar por delante de la estación marítima, que en ese momento tenía más gente aún.
En el barco estaba un cámara y un redactor de Localia grabando un poco y haciendo unas entrevistas a los "trainers", a punto de tener mi minuto de gloria enseñándoles mi taquilla y el camarote, una alarma para desplegar velas hizo que me quedara sólo con el micro puesto.
Es algo dificil de contar, el ir en un barco de este tamaño y ver como la Ría está manchada de pequeños barcos,veleros, etc a su alrededor haciendo sonar las bocinas, esta despedida duró desde las 11 hasta las 3 de la tarde más o menos, que fue cuando dejamos atrás las Islas Cies por su cara Norte para virar y navegar paralelos a estas.
En ese momento llegó lo más espectacular de todo lo que se ha visto hasta el momento: Los cadetes, instruidos por los contramaestres, comenzaron a girar mecanismos, tirar de cabos, etc para conseguir izar las velas, subir las perchas. Esto último y aunque parezca increíble lo hicieron dándose relevos en unas manivelas gigantescas, que en uno de los lados estaba comandada por un niño de no más de 11 años de apariencia, que ordenaba los relevos.
Cuando acabó el espectáculo de las velas, sobre las 5 de la tarde, dieron la salida de la regata. Saliendo nosotros como únicos de la clase A, y el resto en clase B y C. En poco tiempo navegábamos paralelos a la costa de La Guardia y Portugal nos pusimos primeros puesto que hasta el momento mantenemos.
Terminadas las maniobras necesarias, llegó el tiempo de comer / cenar ( una sopa de retales de carne con legumbres y una pechuga de pollo rebozada o similar). Después se animó la tarde, porque mi guia de Lonely Planet de Ruso da para eso y para mucho más, salimos a cubierta para hacer un poco de comunidad, aún no me se los nombres de la gente que comparte aventura conmigo, pero se ve gente muy sana y simpática de momento.
La guia de Ruso volvió a causar estragos, sobre todo a un chico de Bermuda que viaja con nosotros, y que fue incapaz de terminarse el cafe que estaba bebiendo, y es que las frases que trae tienen delito.
Para ser el primer día hemos tenido suerte y hemos podido ver delfines, y eso que el mar está un poco mosqueadillo y hay algo de oleaje.
Hemos tenido una reunión con el capitán, donde se ha presentado de forma oficial,nos ha hablado un poco del barco y nos ha dicho que mañana tendremos un cursillo sobre seguridad e igual los más osados pueden subir al mástil.
Después de la charla, a eso de las 23:00, nos hemos vuelto al camarote, en cubierta hacía un poco de frio, pero la verdad es que dan ganas de quedarse toda la noche fuera, porque la estampa que da la luz de la luna sobre las velas abiertas y el mar es bestial.
Nos vamos a dormir escuchando como las olas golpean en el ojo de buey de nuestro camarote....
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